lunes, 19 de enero de 2015

La hibernación de los osos

Tirar por tierra nuestra ropa interior
y no lo nuestro.
Que no quiero ir a esos sitios que aún puedo oírnos reír como en aquella mesa. O pasar de largo por aquel dichoso banco.
Y si digo dichoso es porque sostuvo tu culo un rato mientras yo apretaba los muslos a tu lado.

La soledad que no eliges 
es como ese hormiguero bajo tierra,
cuanto mas tiempo pasas dentro dando vueltas,
mas puedes perderte.

Y quién te va hacer mas feliz
que unas braguitas sin poner.

Te vas ahora que esta boca
ya es más tuya que mía.
Vas a dejarme muda de palabras 
y volverme loca de recuerdos.

Cómo aprender ahora de nuevo a abrir las alas,
si la vulnerabilidad hará que no sea eso lo primero que abra.

Cuando tu "me llamas" no es porque pronuncies mi nombre,
es porque me haces arder.
Cómo vas a poner fin ahora 
que sabemos para qué nos crearon con lengua y saliva.

Cuánto vas a permitir que te eche de menos,
hasta que llame a otro por tu nombre?
hasta que marque por error tu número?
hasta que duerma en otra almohada?....

Llévate las mascotas, no quiero salir de casa por una temporada.
No quiero que vean el desastre que refleja mi cara.

Sólo bajaré a colgar un letrero que diga "sonrisa perdida".
Y el que la encuentre se llevará esa recompensa.

Si la risa es abrigo, voy a pasar una temporada de frío terrible.
Así que voy a prepararme para el golpe del invierno.
Voy a hibernar como los osos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario