y apareciste tornado.
Yo solo quería despeinarme el flequillo,
y tu me levantaste la sospecha y la falda.
Me viniste viento en contra
y yo quise ser viento 'de cola'.
La veleta se volvió loca.
Perdió el norte,
le diste la vuelta a la tierra
y perdimos toda referencia.
En días de viento metías tus manos debajo de la falda.
Corrías antes de que el aire te quitara el sitio.
Y en días de ausencia soplabas fuerte para que llegara tu aroma.
Menuda condena.
O tal vez prefería que amainaras y te volvieras cierzo.
Y dejarme con esa sensación térmica tan fría como el olvido.
Y frío..
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