jueves, 18 de junio de 2015

El amor también tiene miedo de nosotros

¿Y si te digo que llevo el vestido de flores,
la trenza de lado
y todas las ganas concentradas
en la punta de mis dedos?

A mi que me apetece sentir
el peso de tu mirada
sobre el escote de mis letras,
sentir que me quieres
sin decir una palabra, o si.
Que me lo digas
porque hace mucho que no lo oigo,
o peor, que no lo digo.

Porque los mejores 'te quiero' se dicen
con el coño y el corazón lleno,
con la palabra lamida
y los ojos encendidos.

También me apetece quedarme sin aire en un abrazo,
aunque luego me falte también,
cuando estemos lejos.
Si me cortas la respiración,
me pido la tirita de tu lengua
curando mi pecho.

Tengo el bolsillo lleno de motivos para olvidarnos,
de hecho cada día van en aumento.
Sin embargo aplaudo a las polillas 
que agujerean la tela,
y a los pájaros que se los llevan lejos.

La razón de peso que nos dimos,
está a dieta.
Tiene el hambre del tercer mundo acumulada sobre los labios.
Y aunque dicen que con la lengua y la boca se hace lenguaje,
yo con ambas te hago un mundo.

El amor me pone la piel de gallina,
y aunque nadie es de nadie,
a mi me gusta sentirme acurrucada
en la palma de tus manos.

El corazón o las idas y venidas de la sangre.

Por eso anestésiame el corazón hoy
que necesito el coño 
con todas sus terminaciones
para ser acabadas.
Y luego colgaremos el letrero
de cerrado por derribo.

2 comentarios:

  1. No entiendo el final: Me explicas qué significa "que necesito el coño con todas sus terminaciones para ser acabadas"? Por más que lo leo no le encuentro sentido ninguno...

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    Respuestas
    1. El dolor bloquea el placer, el climax, y es en ese climax donde ella por breve instante, puede olvidar el dolor.
      Climax devastador pero lleno de desesperada esperanza.

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