domingo, 21 de junio de 2015

Te recuerdo

Recuerdo el dolor de la pérdida, 
del adiós sin mirar lo que dejabas.
El llanto. El llanto también lo recuerdo.
Recuerdo el sabor a sal, todo mi verano precipitándose mejilla abajo.
Un sabor difícil de lamer. La sal.

Eres playa bajo el sol, decían.

Recuerdo las horas difíciles. 
Que fueron todas. 
Recuerdo como se volvieron domingos. 
Todos los días.
Buscando que algo volviera el día
diferente al anterior.
Pero era inútil si tu nunca apareciste por la puerta.

Recuerdo el ultimo beso que fue como el primero.
Un beso que lo besaba todo.
También recuerdo el primer beso que fue como el ultimo, insensato.

Desde entonces todas las bocas me parecen una provocación al peor recuerdo que me queda de ti, la boca. 
En la mía.
Y mi lengua.
Con la tuya.
Haciéndolo todo peor de olvidar
y fácil de recordar.

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