martes, 13 de diciembre de 2016

A libro descubierto

Mi inspiración eres tú y todo lo tuyo. Cierro mi cabeza, la puerta de la calle, sin tele, sin nadie pero conmigo, pregunto a la naturaleza y la respuesta eres tú. 
En esa libreta caben lágrimas, ceniza, 2.000 caricias, esa libreta tiene papel impermeable que absorbe las inclemencias de mi tiempo sin ti. 
Sin embargo es fuego entre mis manos, porque a veces me quema escribirte más que besarte. Y besarte es un paso más al infierno no sin pasar antes por el cielo de tu boca.
Porque mirarte cuando me miras como me miras, es ser luz en tu rostro. Y no quiero perderme más esas formas tuyas que me dan más firmas de mi.
No hagamos jaula sino nido. 
Porque sino seré otra estando contigo en lugar de ser yo cuando estoy sin ti.
No seamos dos que se vuelven uno.
Quiero que seamos matemáticas exactas. Ciencias puras cuando te evaporo y te echo de menos, ser de letras y que las letras me hagan a mi y que cada frase hable de ti. 
Dicen que las palabras se las lleva el viento y lo que cuentan son los hechos, pero ¿y si quedan escritas?
Pues que nadie se lleve nuestro libro.

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