en purpurina de polvo suspendido.
Quieto e inquieto a la vez.
Sóplame suave y mece mi flequillo,
ciérrame los ojos con tu aliento.
Pestañea y deja caer
tu verde mirada sobre mi.
Mírame como nunca
Bésame como siempre.
Mírame como siempre
Bésame como nunca.
Espolvoréame la risa y el coño,
todo a la vez.
Sonríele a mi ombligo,
quítame todos los interrogantes
escondidos en mis axilas.
Y así los abrazos serán
toda la verdad junta.
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